Una monja dejó los hábitos para convertirse en actriz porno de webcam

Yudy Pineda llegó a pasar ocho años en un convento de Colombia. Pero se fue por amor y ahora se gana la vida en el mundo de la pornografía online.

ARTÍCULOS Notius Notius
yudy_pineda

Una monja colombia decidió dejar los hábitos para convertirse en actriz porno de webcam

Aunque la vida suele dar muchas vueltas, la de Yudy Pineda dio un giro de 180 grados. La joven colombiana, de 28 años, que se estaba formando como monja en un convento, decidió dejar los hábitospor amor y hoy se gana la vida en el mundo de la pornografía online.

Su historia se popularizó después de una entrevista con Caracol Radio. Pineda explicó que es católica desde muy chica y que quiso convertirse en monja después de mudarse a la ciudad de Urabá.

yudy_colombia

A los 10 años, la joven entró al convento y estuvo allí durante ocho años. "Me sentía demasiado contenta", aseguró. Pero algo la hizo cambiar de parecer: se enamoró del profesor de catequesis. Ese quiebre le hizo replantearse su decisión y prefirió dejar los hábitos.

Su nueva vida iba a comenzar en la ciudad de Medellín. El primer trabajo que consiguió fue en la empresa Nestlé, en donde conoció a Juan Bustos, un filósofo emprendedor que creó la primera "universidad" en el país para preparar modelos webcam, aquellas mujeres que se desnudan frente a cámara en los sitios pornográficos. Sin dudarlo mucho, Pineda hizo un casting y la contrataron. Cada 15 días graba unas 40 horas y le pagan más de 2 500 dólares.

Yudy Pineda, de 28 años, aseguró que sigue yendo a la Iglesia y que no cambiará de trabajo.

Yudi Colombia

Sin embargo, la exmonja nunca dejó de ir a la Iglesia. "Al principio me sentía mal, pero ya no. Me siento super bien cuando voy (a la iglesia). Siento mucha paz, mucha tranquilidad. Cuando entro, trato de ir lo más decente que pueda. Tampoco falto los viernes al grupo de oración, los sábados de vigilia y los domingos a misa", contó en la entrevista radial.

Pineda indicó que el sacerdote de la capilla la intentó persuadir para que cambiara de trabajo, pero ella se negó. Para la joven, su empleo es "digno y artístico" y considera que no tiene "nada de malo".