Los repelentes de mosquitos son una herramienta esencial para protegerse de las picaduras de insectos, que pueden transmitir enfermedades como el dengue, el zika, el chikungunya, la malaria y la fiebre amarilla.
Sin embargo, es importante saber cómo utilizarlos de forma segura y eficaz para evitar efectos secundarios o riesgos para la salud.
Índice de contenido
¿Qué contienen los repelentes de mosquitos?
Los repelentes de mosquitos contienen una variedad de ingredientes activos, que son los que les otorgan su capacidad para repeler insectos. Los ingredientes activos más comunes son:
DEET (dietiltoluamida)
Es el ingrediente activo más eficaz y ampliamente utilizado en los repelentes de insectos. Es eficaz contra una amplia gama de insectos, incluyendo mosquitos, garrapatas, pulgas y moscones. El DEET funciona interfiriendo con los receptores de los insectos, lo que les impide detectar el dióxido de carbono y otros compuestos químicos que los atraen.
Icaridina
Es un ingrediente activo sintético que es similar al DEET en su eficacia y seguridad. La icaridina es menos irritante para la piel que el DEET y puede ser una buena opción para personas con piel sensible.
Aceite de eucalipto de limón (OLE): es un ingrediente activo natural que es eficaz contra mosquitos, garrapatas y moscones. El OLE funciona bloqueando los receptores de los insectos, lo que les impide detectar el dióxido de carbono y otros compuestos químicos que los atraen.
Picaridina
Es un ingrediente activo sintético que es similar al DEET en su eficacia y seguridad. La picaridina es menos irritante para la piel que el DEET y puede ser una buena opción para personas con piel sensible.
Permetrina: es un ingrediente activo sintético que es eficaz contra garrapatas, pulgas y otros insectos que viven en el pelo. La permetrina funciona matando a los insectos al entrar en contacto con ellos.
¿Qué efectos causan los repelentes de insectos?
Los repelentes de insectos pueden causar una variedad de efectos secundarios en el cuerpo, dependiendo del ingrediente activo que contengan. Los efectos secundarios más comunes son:
- Irritación de la piel: el DEET, la icaridina y la picaridina pueden irritar la piel, especialmente si se aplican en zonas sensibles como la cara o los ojos.
- Enrojecimiento: el DEET, la icaridina y la picaridina pueden causar enrojecimiento de la piel, especialmente si se aplican en zonas sensibles o si se exponen a la luz solar.
- Picazón: el DEET, la icaridina y la picaridina pueden causar picazón en la piel, especialmente si se aplican en zonas sensibles o si se exponen a la luz solar.
- Dolores de cabeza: el DEET, la icaridina y la picaridina pueden causar dolores de cabeza, especialmente si se aplican en grandes cantidades o si se exponen a la luz solar.
- Náuseas: el DEET, la icaridina y la picaridina pueden causar náuseas, especialmente si se aplican en grandes cantidades o si se exponen a la luz solar.
En casos raros, los repelentes de insectos pueden causar efectos secundarios más graves, como:
- Reacciones alérgicas: los repelentes de insectos pueden causar reacciones alérgicas en personas sensibles. Los síntomas de una reacción alérgica pueden incluir enrojecimiento de la piel, picazón, hinchazón, dificultad para respirar y shock anafiláctico.
- Problemas neurológicos: el DEET puede causar problemas neurológicos en casos raros, especialmente en niños pequeños. Los síntomas de problemas neurológicos pueden incluir confusión, convulsiones y coma.
Cómo usar los repelentes de insectos de forma segura
Para usar los repelentes de insectos de forma segura, sigue estos consejos:
Elige el repelente adecuado: Hay una variedad de repelentes de insectos disponibles en el mercado. Elige un repelente que contenga un ingrediente activo que sea eficaz contra los insectos que te preocupan.
Sigue las instrucciones del fabricante: Lee las instrucciones del fabricante cuidadosamente antes de usar un repelente de insectos. Sigue las instrucciones para aplicar el repelente de forma segura y eficaz.
Aplica el repelente correctamente: Aplica el repelente en toda la piel expuesta, evitando las zonas sensibles como la cara, los ojos, la boca y las heridas.
Retira el repelente después de 6-8 horas: No dejes que el repelente permanezca en la piel